Tras los pasos de Ripoll


Dispuestos a asumir que en estos siete años nuestra búsqueda ha sido cansadora, inútil y desmoralizante, podemos considerar sin culpa que los medios que hemos utilizado para buscar a Ripoll no han sido los más afortunados, y para remediar el error decidimos contratar a un investigador.

Tras cotejar la amplia oferta que ofrece hoy la red al respecto nos decidimos por el sagaz Dr. Nahum Caker quien, tras estudiar el caso -con una prontitud asombrosa-, consideró necesario trasladarse a la ciudad de Edimburgo, un sitio rico en fantasmagorías y un destino casi inevitable para alguien como Ripoll, un escritor en constante búsqueda de whisky e inspiración paranormal.

El Dr. Nahum Caker
En una correspondencia casi diaria el Dr. nos fue informando uno a uno los pasos recorridos por la resbalosa Royal Mile, nos contó de los mareantes circuitos del whisky por la parte antigua de la ciudad, de las caminatas por los jardines que se extienden sobre las catacumbas subterráneas, de una casa de té con su tronchante pastelería al costado de un cementerio surcado por los susurros del viento, los yonkies y los enamorados, nos habló de los mareantes circuitos de la cerveza, de las apariciones nocturnas del Sr. Stevenson, el Sr. Hume y la pequeña Annie, nos contó del monumento a Sir Walter Scott, con sus bancos conmemorativos, entre los que destacó una placa en homenaje a un caído escocés en Malvinas, nos habló de los conciertos callejeros de jóvenes gaiteros en faldas y de un show de Belle & Sebastian, de los autobuses de dos pisos que por la noche circulan cargados de fantasmas ancianos, y nos contó otra vez de los mareantes circuitos del whisky y la cerveza, y de las tiendas de ropa de segunda mano del Ejército de Salvación, de los árboles de troncos verdes, de la lluvia intermitente, las ardillas nerviosas, y de la prodigiosa galería de arte donde habitan sin conflicto Gauguin, Ramsay y Caravaggio.

Desgraciadamente en este colorido recorrido el Dr. Nahum Caker no ha podido aún dar con el paradero de Ripoll, pero sí con un cúmulo de intuiciones que prometen grandes revelaciones en las próximas pesquisas. Eso esperamos al menos porque de prolongarse la aventura y las dietas de este viaje no sé como haremos para cubrir los gastos. Mientras tanto, los dejamos con la foto del fantasma favorito del Dr. Caker, con quien estuvo conversando en una cata de cervezas de cuya calidad daba fe, según Caker, el carácter ahumado y la muy baja carbonatación.

Placa conmemorativa de un militar escocés caído en la guerra de Malvinas.  

This entry was posted on viernes, 27 de julio de 2012 and is filed under ,. You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0. You can leave a response.

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