Pensar que soy un interrogante, la apertura de una interrogación, ni siquiera un par de signos, una pregunta cerrada. Ahora soy la duda, un estado en equilibrio perfecto, lo estupefacto, la cara congelada de un conejo: esta máscara me han dado. También llevo un esmoquin y una galera y reparto volantes de Lisa, la gran mentalista. Me cago en su madre, ¿por qué una máscara de conejo?
El capitán Garage - Cap. 48 / Morir Afuera